Historia del fresco (2)


Foto del Beethoven de Max Klinger, tomada durante la exposición en el Pabellón de la Secesión verificada entre el 15 de abril y el 27 de junio de 1902.

Corría el año 1902 cuando Gustav Klimt comenzó su trabajo con el fresco,considerado como una expresión narcisista de una felicidad utópica.
La ocasión había sido dada por la exposición en Viena de una estatua de Beethoven,obra de Max KLINGER (1857-1920).
Esta obra estaba ejecutada en mármol, alabastro, ámbar, bronce y marfil (actualmente se encuentra expuesta en el Museo Bildenen Künste de Leipzig)
Los artistas de la secesión vienesa decidieron convertir el Pabellón en un templo consagrado a la estatua de Klimger, que figuraba almúsico sentado en un trono.La intención de los artistas era manifestar que el arte es una religión de substitución que ofrece un refugio contra la vida moderna.
La exposición Beethoven - considerado un Prometeo delas artes que había sabido vencer a todos los buitres de la existencia - obtuvo el concurso de todos los artistas secesionistas. El sello de oro lo dio Gustav Mahler que ejecutó la Novena Sinfonía en un arreglo condensado y arreglado para la circunstancia.
La contribución de Klimt fue el friso alegórico en tres paneles.