Dedicatoria y primera edición de la Novena Sinfonía



Federico Guillermo III, Rey de Prusia

Cuando la Novena fue publicada por primera vez en Mayence en 1826, en las ediciones Schott (casa fundada en 1770 por Bernhard Schott), la dedicatoria de Beethoven estaba dirigida a Federico Guillermo III, Rey de Prusia /1770-1840), monarca que, durante su reinado, se vió envuelto en las guerras napoleónicas. En ese entonces el Congreso de Viena había terminado hacía 11 años, la célebre Reina Luisa había ya fallecido y el Rey se había casado morganáticamente con la condesa Augusta von Harrach, creada - para dismunuir las diferencias de l'égalité de naissance - Condesa de Hohenzollern.


La Reina Luisa de Prusia, por Josef Maria Grassi

Hijo de Federico Guillermo II, Rey de Prusia, y de la princesa Federica de Hesse-Darmstadt, el Rey se había casado en primeras nupcias con la princesa Luisa de Mecklenburg-Strelitz, la célebre Reina Luisa que se enfrentó a Napoleón.
Al comenzar las campañas de Napoleón, Federico Guillermo III intentó mantenerse neutro pero tuvo que aliarse a Rusia presionado por el Zar Alejandro I. Fue derrotado en las batallas de Iéna y de Auerstaedt y firmó la paz de Tilsit en 1807.
La Reina Luisa lo ayudó a reformar las fuerzas armadas y la administración del Reino para recuperar los territorios polacos perdidos durante la guerra, pero sobrevino la derrota de la Gran Armada en Rusia en 1813.
La Novena había sido estrenada dos años antes de su publicación, el 7 de mayo de 1824. El que Beethoven la haya dedicado a uno de los enemigos (diríamos mejor víctima) de Bonaparte, dice mucho del temperamento del compositor que rasgó la dedicatoria hecha a Napoleón de la Tercera Sinfonía (La Heroica) por considerar que con la proclamación del Primer Imperio Bonaparte había traicionado los ideales de la Revolución Francesa.